Tu y la fe...
No Penelope,
no tejas el sudario de la espera,
ni desmembres en las noches soledades.
Tu y la paz...
No Penelope,
nadie ha vuelto sin marcas en el hombro,
sin una faz diferente,
sin un canto nuevo.
Tu y todas las ofertas...
No Penelope,
no me son familiares tus recetas,
no reconozco melodía en tu murmullo.
No Penelope.
No me llamo Ulises...
Me gusta mucho tu blog
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