En las retinas quedaran las cicatrices de eternos apagones,
en las plantas de los pies, las de pisos rajados,
en los estómagos, úlceras de hambre,
en las bocas, maldecires,
en las manos...
allí solo quedan caricias a tus ojos tristes,
a tus pasos cansados,
a tu barriga llena,
a tus labios...
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